¿Te has preguntado por qué lo retro nunca pasa de moda y sino que parece estar más presente que nunca?
La nostalgia no es solo una emoción; es también una poderosa herramienta de marketing. Hoy en día, los remakes y relanzamientos no son simples modas, sino estrategias que buscan generar conexiones significativas y experiencias auténticas con las audiencias, recordándoles de quienes eran hace 10, 15 o 20 años. Esta capacidad de despertar recuerdos crea un sentido de pertenencia despertando emociones ligadas al pasado, lo que no solo atrae la atención del público, sino que también fortalece la lealtad hacia las marcas.
A esta tendencia se le conoce como marketing de nostalgia. Enfocada en la capacidad que tiene de evocar recuerdos, poder generar comodidad y despertar emociones ligadas al pasado. Al hacerlo, no solo logran captar la atención del público, sino que también construyen asociaciones positivas con la marca, favoreciendo de esta manera la lealtad y reforzando su presencia en la mente del consumidor.
Seguro más de alguna vez has dicho: “¡ya arruinaron otra peli clásica!”? Pero, aun así, terminaste viéndola. Un ejemplo reciente es el live-action de “Cómo entrenar a tu dragón” (2025). Que revive la magia de Hipo y Chimuelo para quienes crecieron con ellos, al mismo tiempo que se presenta esta historia a nuevas generaciones.
Lejos de ser copias, los remakes aprovechan la fuerza de lo conocido para reintroducir historias a una audiencia distinta. Su valor está en actualizar narrativas queridas con recursos tecnológicos y visuales que las vuelven atractivas tanto para quienes ya las recuerdan como para quienes las descubren por primera vez.
En el caso de “Freakier Friday” (2025), no reescribe la trama, sino que la continua veinte años después, generando un efecto de “déja vu” emocional con Lindsay Lohan y Jamie Lee Curtis. Estas producciones muestran que reinterpretar obras icónicas no es falta de ideas, sino marketing emocional en su máxima expresión.
El pasado nunca se fue, solamente estaba esperando su comeback.
Las campañas publicitarias que apelan a recuerdos positivos logran que los consumidores perciban a las marcas de una manera más cercana y favorable. El marketing de nostalgia recurre a elementos del pasado como música, estilos visuales, referencias culturales o tipografías para influir en las decisiones actuales, generando asociaciones emocionales que refuerzan la conexión con el público.
Las marcas también han sabido aprovechar esta tendencia. Coca-Cola relanzó en 2025 su icónico “Taste the Feeling” con un enfoque más inclusivo y digital, pero sin perder el vínculo emocional original. Motorola hizo lo mismo con su Razr Flip Phone, combinando el diseño clásico con tecnología de pantalla plegable. Ambos casos refuerzan cómo la nostalgia puede equilibrar pasado y modernidad, despertando entusiasmo y predisposición a la compra.
La nostalgia es la playlist que las generaciones quieren poner en repeat mientras se crean clientes fieles.
Las distintas generaciones conectan con referencias culturales específicas que crean un puente entre ellas: los Millennials suelen identificarse con los 90 ‘s, mientras que la Gen Z siente nostalgia por la cultura de inicios de los 2000. Hoy en día, las redes sociales potencian este fenómeno y lo transforman en una tendencia global, impulsada por series, remakes cinematográficos o influencers que retoman la estética de esas épocas.
De esta manera, el marketing de nostalgia deja de ser solo una moda y se consolida como una herramienta estratégica. Al revivir recuerdos positivos no solo se impulsan las compras, también se construyen vínculos que refuerzan el valor junto la lealtad hacia la marca.
En un mundo saturado de estímulos y mensajes, apelar a lo que alguna vez nos hizo sentir parte de algo sigue siendo uno de los recursos más poderosos del marketing.